Has sido valladar en las contiendas,
y ante tí,
los pensamientos locos,
se hirieron
con la mayor fiereza
rompiendo
sin compasión tu rostro.
Amiga fiel, silenciosa y abierta
has sabido
aguantar mil avatares,
y has sido
noble, heroica y leal
como
siempre se es por estos lares.
Permíteme que hoy coja yo mi pluma
para decir
de tí, una vez mas,
cuanto tu
te has ganado y te mereces.
Satisfecho me siento al contemplar,
de verte
como joya engalanar,
los recios
pechos de los aragoneses.
Zaragoza, Julio de 2.001
Germán Herranz Rillo
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