Solia ser por
costumbre
en Molina de Aragón
el sorteo de un cerdito
el dia de San Antón.
Hera un cerdrito
valiente
y hacía gran ilusión
el adquirir un boleto
por si daba la ocasión.
Debía estar
distraído
el bueno de San Antón
que el cerdito se quedaba
en Molina de Aragón.
Vendían muchos
boletos
desde Embid a Maranchón
pero el sorteo decía
a Molina de Aragón.
Después de tener
mal año
en cosechas y ganado,
no mejoraban las cosas
con el sorteo citado
Así pasó nuestra
vida
de niños y de
mozuelos
hasta que hicimos maleta
y emprendimos otros vuelos.
Y con la maleta
atada
por si le fallaba el cierre
subimos al autobús
y dijimos "Hasta siempre"
Y allá se quedó
molina
San Antón y sus sorteos
y nos fuimos sin cumplir
nuestros mejores deseos
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